Todo comunica, nuestra manera de hablar, los silencios, la ropa, los colores, los movimientos o la falta de los mismos. Las palabras son clave para entendernos, pero para algunos especialistas las palabras representan menos del 10% del impacto que causa un mensaje. Lo más importante está en el lenguaje no verbal. De ahí que existan refranes dando prioridad a las acciones por encima de las palabras.

¿Qué estás comunicando?

Las posturas que adoptamos demuestran quiénes somos, cómo nos sentimos e incluso influyen en cómo reaccionan los demás ante nosotros. En una entrevista de trabajo uno de los principales aspectos que los empleadores califican es la percepción que tienen del entrevistado según la apropiación del espacio. Lo mismo pasa en el día a día con el resto de personas.

Incrementa tu seguridad

De acuerdo a especialistas como Amy Cuddy el cuerpo comunica. Ella se ha dedicado a estudiar las posturas de poder, el lenguaje no verbal de líderes y personajes a lo largo de la historia. Y ha demostrado que, aunque estas posturas puedan ser fingidas tienen impacto en la mente de las personas. En diversas ocasiones he pedido a clientes realizar correcciones en sus posturas al hablar en público, cuando cambian su manera de caminar, los ademanes y gestos, de inmediato transmiten más confianza, lo que ellos perciben y ayuda a mejorar su seguridad.

La clave del éxito

Algunos puntos a considerar para ser percibido como alguien seguro y persuasivo son los siguientes: Mantener una postura erguida, las personas que tienden a encorvarse son percibidas como tímidas o inseguras. El tiempo adecuado de sostener la mirada a otra persona es hasta poder distinguir el color de los ojos. Cuando se habla en público es indispensable dirigir la vista a todos los puntos de la audiencia, encontrar un rostro amigable y sonreír puede ayudar a disminuir la tensión. Una persona segura tiende a apropiarse del espacio, en tanto que alguien tímido se encoje ante las situaciones. ¿Qué es lo que tú piensas transmitir?